Por: Manuel
Salazar.
Los hay incluso que hacen parte
sustancial de los sectores dominantes, aunque no estén ni hayan estado en el
gobierno. Piensan y son asumidos, como parte de los sectores dominantes.
“La moralidad publicitada, es de una
virginidad muy frágil”.
El tema de las Alianzas políticas en el
plano de la República ha sido siempre evaluado por Pontífices de un sector de
la Izquierda y del Progresismo como una cuestión de Moral.
Para esos, violan la Moral aquellos que
hacen pactos tácticos con sectores de la derecha.
Pero ¿quienes son esos? ¿Cuál es su
práctica?
Entre esos, los hay, quienes han sido
funcionarios importantes en los gobiernos de turno, incluidos los de Balaguer y
de Jorge Blanco. Y no se trata de cargos técnicos, o a los que se han llegado
por concursos públicos. Si se trata de cargos cabildeados, o acordados
políticamente.
Entre esos, los hay, cuyas familias han
hecho carrera pública de las manos del partido de gobierno; del que han
recibido beneficios que hubieran “achicharrado” a otros no provenientes de los
sectores dominantes.
Entre esos, los hay, quienes han ganado
posiciones importantes en Colegios profesionales y en la UASD, con los votos
cabildeados de los partidos de la derecha.
Entre esos, los hay, quienes han ganado
un lugar profesional en plazas de ministerios, alentados por funcionarios públicos
de los partidos de la derecha.
Entre esos, los hay, quienes han
recibido ayudas importantes y constantes de agencias de los gobiernos de turno.
Entre esos, los hay, quienes han
recibido subvenciones permanentes de figuras importantes del Estado.
Entre esos, los hay, quienes no han
tenido reparos para ir al Palacio Nacional a solicitar apoyos al Presidente de
la República; o se han reunido con funcionarios de la embajada de los Estados
Unidos de Norteamérica, incluyendo el Embajador.
Entre esos, los hay, quienes no ven un
problema ético en su voluntad consciente de dispersar la oposición, y facilitar
así la continuidad del PLD en el gobierno, que es el principal problema
político y ético del país y el pueblo en este momento histórico en el que el PLD-
Gobierno ha plantado la disyuntiva de REGIMEN CONSERVADOR de hecho, o República
democrática.
Definirse ante disyuntiva es ético.
Porque la ética terrenal, es histórica, responde a las necesidades históricas
del momento.
(Yo) no descalifico a nadie. Por convicción. No por temor a un debate a fondo sobre moral pública,
o privada personal; que de hecho me gustaría librarlo al más alto nivel. No
creo que haciendo aquellas cosas los pretendidos Pontífices se descalifiquen
política ni moralmente. De hecho, no están descalificados. Siguen siendo
ciudadanos y ciudadanas honorables y comprometidos y comprometidas con las
mejores causas del país y del pueblo.
Entre esos, los hay, quienes no han
malversado fondos públicos ni privados. No lo harán. No tienen la pasta social
ni humana para eso. Pero si han estafado la confianza que en algún
momento se depositó en ellos; o han faltado a la palabra empeñada en algún
compromiso político: Y, en este caso, y de acuerdo con la ética en que milito,
estamos frente a un acto de deshonestidad.
El problema es que, hacen esas cosas, y
no se consideran en contravía a la moral, a su moral. Y si lo hacen otros,
entonces se violenta la moral, su moral.
Siempre he dicho que la Izquierda con
mentalidad de Gazcue tiene dos varas para medir las conductas. La dicotomía de
lo bueno y lo malo la miden con un “depende” de quienes son, o de donde son,
los y las que estén de por medio.
¿Cuál es la fuente de esa doble moral?
La respuesta es sencilla: es que,
social, o en sus privanzas personales, se consideran seres superiores. Como
afirma Platón, “Dios puso mucho oro en la mezcla de la que fueron hechos”.
Los hay incluso que hacen parte
sustancial de los sectores dominantes, aunque no estén ni hayan estado en el
gobierno. Piensan y son asumidos, como parte de los sectores dominantes.
Y debe quedar claro alguna vez, el
cambio que necesita este país está en manos de las masas populares, del pueblo,
de los y las vinculadas al trabajo y jamás de los que viven de cortar cupones.
¿Dónde están esas masas populares en
este momento? En disputa: el PLD- Gobierno en un tesonero afán de ganar la
mayor cuota posible en base a los recursos del Estado para seguir arriba; y la
otra gran parte, empeñada en que haya un cambio de gobierno, ahora.
Lo ético, moral, es estar del lado de
esta parte.
En la ética y la moral en que milito,
así como no es correcto malversar fondos públicos ni privados; ni recibir
prebendas de nadie; ni buscar repartirse el papel del Estado, de ninguna forma;
igual considero inmoral ponérsela fácil al PLD-Gobierno, dispersando el voto
opositor. Como se ha proclamado en veces en el Colegio Médico, en la UASD y
otros frentes, es más importante hacerlo a nivel de la República.
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