miércoles, 18 de febrero de 2015

El desafío de lo alternativo: temas para una transición(y 4)

¡En esta esquina…!

El desafío de lo alternativo: temas para una transición (y 4)

Por: Manuel Salazar

Cuál Estado (para cuál país, cuál desarrollo).  Si nuevas serían las bases materiales y la implicación del pueblo en la vida general, nuevas deberían ser las instituciones jurídico políticas que  las  expresen.  La cuestión entonces que se plantea a lo alternativo y el progresismo es saber moverse desde el principio general sobre el carácter de clase del Estado a la posibilidad táctica en la realidad concreta y entrar a la lucha por reformas avanzadas.

Considerada la necesidad de unas reformas en interés de rediseñar un estado que en general corresponda a una visión nueva de país y  desarrollo, consideraría que  la  primera cuestión a plantear es que las mismas deberían estar a cargo de una Constituyente, integrada por diputados y diputadas escogidos mediante votación universal y directa para ese fin exclusivo.

Serían muchos los asuntos a plantear en una nueva constitución; pero de momento  plantearíamos solo algunos de los ejes principales que deberían articular la reforma del Estado que protestamos. En nuestra visión global de cuál país, cuál desarrollo, cuál estado, los a considerar serían los siguientes:

1.- Desconcentrar el poder político. Para la gestión pública del desarrollo y la democracia en general, se debería distribuir en tres niveles, con sus correspondientes instancias de gobierno y parlamentarias, cada una implicada en asuntos constitucionalmente establecidos.

1.1.-El gobierno central, y su correspondiente nivel en una Asamblea Nacional Legislativa, cámara única; integrada por Diputados Nacionales. Entre las funciones de esta instancia debería incluirse la de escoger, y controlar periódicamente, un Consejo de Ministros de Estado, que constituiría el Poder Ejecutivo, junto al Presidente de la República.  Los poderes del Presidente se reducirían en relación a los que actualmente ostenta.

1.2.-El gobierno regional con un Gobernador y su correspondiente Asamblea Regional, integrada por Diputados y Diputadas Regionales, escogidos por votación universal y directa de la ciudadanía de cada región. (Esta instancia podría frenar el proceso de fraccionamiento del país en cada vez más provincias, y recuperaría en una unidad regional con fines de planes de desarrollo la identidad cultural y en  la vocación productiva de  los territorios que han sido irracionalmente separados.  Contribuiría además a crear economías y servicios públicos de escala a nivel regional).

1.3.- El gobierno local o municipal, con el Alcalde como principal ejecutivo y su correspondiente Asamblea Municipal, integrado por Regidores  que igual controlaría a aquel de manera periódica.

En todas las instancias se deberían establecer mecanismos de revocabilidad de mandatos, control popular y decisión directa de la ciudadanía sobre la administración y los asuntos públicos.

Los recursos naturales y bienes públicos, serían administrados en los ámbitos territoriales en que se encuentren, con arreglo a una disposición de ley de desarrollo nacional que establezca las competencias y beneficios que correspondan a los diferentes niveles en que se distribuye el Estado.

2.- Estado laico, con todo lo que implique para la vida nacional. El Concordato quedaría sin efecto.  Esto, más que un asunto ideológico, es la recuperación de la integralidad del espíritu de la República, conquistada sobre las ruinas políticas, espirituales y sociales del medioevo, donde el poder de la iglesia era funcional al cesarismo, llámese ahora caudillo, líder mesiánico, o dictador.  

3.- Estado con transversalidad de género, tolerancia a lo diferente y, desde la afirmación de la propia, coexistente con otras culturas; incluyente de los seres humanos en situaciones  física, mental y socialmente difíciles; igualmente incluyente de la comunidad LGBT para todos los efectos.  Marco en que se definirían  políticas migratorias y de extranjería, atravesadas por el estricto respeto a la dignidad, valores y derechos humanos de las personas, cuales sean su nacionalidad, sexo, color, raza o creencias.


La cuestión es: sustituir el Estado centralista, que ha sido garante del crecimiento económico y expresión de la concentración de la propiedad económica, no del desarrollo; e instalar otro que sea incluyente de la diversidad de la propiedad económica, las regiones y sus pueblos en la gestión pública, para el desarrollo sostenible, equilibrado, apropiado a la condiciones geográficas del país y centrado en el bienestar de la gente.

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