¡En esta esquina…!
El no
ha lugar
a los Félix, o “la justicia de los vencedores”.
por: Manuel
Salazar
Justo
el Viernes de Dolores, le han dado un “no ha lugar” a las acusaciones contra
Félix Bautista y Félix Rodríguez. Con
premeditación. Hecho casi al entrar el feriado de Semana Santa, contando con una
baja de las posibilidades de protesta popular a esa decisión que agrega más de
un dolor a los muchos que acumula esta madre Patria desde que Colón pisó sus
tierras en 1492.
Pero
se esperaba. Seguro que el pueblo llano lo esperaba, porque el caso se inserta
en su experiencia de vida, donde aparecen cientos de personas allí y por
allá que fueron a la cárcel, porque “robaron” por
hambre un racimo de plátanos en un
conuco ajeno.
Desde
mucho antes de los Viernes de Dolores y
de la reunión del tribunal del Sanedrín un miércoles (por eso el miércoles
santo) que conmemoran millones en la tierra, fue establecido el carácter y el
para qué de la justicia.
“Quo
licet Iovi, Bobi non licet”, “lo
permitido a Júpiter no está permitido al buey”, establecieron los dominadores romanos;, corolario bien temprano de la desigualdad en la aplicación de la
justicia.
El
desafío todavía del ideal del Estado de derecho.
Desde
los tiempos de los emperadores romanos, que estructuraron un código en el que
de manera explícita cada ley e institución se justificaba
“con el objetivo de que el poder se mantenga en
manos de la clase
dirigente”.
ABC de
la lucha de clases hasta hoy.
Desde
entonces existe “la justicia de los vencedores”;
la que se aplica a los vencidos.
La que
le aplicaron a Cristo en reunión del Sanedrín.
La que
aplican los imperios que conquistan territorios ajenos.
La que
aplican las dictaduras feroces que se imponen sobre los pueblos.
La que
aplican los partidos que logran ser ellos mismos el Estado, los partido-Estado;
como el PRI tiempos atrás en México,
que gobernó 71 años consecutivos, desde el año 1929 hasta el 2000. Y como el PLD aquí, que dice gobernará hasta
el 2040; y ahora, en este momento tan
singular de la historia política dominicana en que la hegemonía social de las
clases dominantes modula en torno a la competencia por el poder entre dos
fuerzas de ese mismo partido; que hace
la magia de ser en si mismo él y su opuesto a la vez.
El “no
ha lugar del Viernes de los Dolores, es eso, “la justicia de los vencedores”.
La que aplicó el mismo Procurador Domínguez Brito cuando tiempo atrás
dio “no ha lugar” a una iniciativa jurídica del Dr. Guillermo Moreno, y su
despacho no revisó siquiera otra formulada por el candidato del Frente Amplio,
Fidel Santana. Porque una y otra estaban
fuera de la órbita de la competencia inter hegemónica del PLD.
Los
vencedores en cualquier tiempo y lugar se han preocupado siempre de matar la
esperanza de sus vencidos como una cuestión imprescindible para mantener la
hegemonía. El “no ha lugar” del
Viernes de los Dolores, se inscribe en el propósito de seguir matando la
esperanza de las mayorías populares.
La
reedición de un contexto como este más allá del 2016 aportaría más a la sensación de derrota histórica de este
pueblo; sería echarle más aire a la creencia de que "no hay nada que hacer
por este pueblo y país" en medio de la cual quedaría poco espacio para las
honorables intenciones políticas de cambio.
Aunque
sea “llover sobre mojado”, creo que
se puede hacer algo todavía. Solo que hay que
apuntar bien la
tarea: unidad amplia opositora, bien
amplia, para un cambio de gobierno en el 2016; que conlleve a un cambio de
rumbo en el país. Unidad de fuerzas
diversas que haga contrapeso al partido-Estado; con alternabilidad de
candidaturas y de gobierno en el tiempo. Unidad programática. Unidad de
compromiso ético. Así se le quita el
oxígeno del poder a “la justicia
de los vencedores”.
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