¡En
esta esquina…!
El año de la responsabilidad
Por : Manuel Salazar
Llega el 2015 de muchas
expectativas políticas y sociales y de convocatoria a la responsabilidad de los
sectores de la oposición.
Y es de rigor desear de todo
corazón que este sea lo mejor posible
para el pueblo dominicano.
A pesar de lo
difícil que son
las condiciones en que mal viven las mayorías y de
lo estropeados que están los componentes básicos de la nación, hay que alentar
el optimismo y perseverar en la idea de que las cosas pueden cambiar para mejor
en el país. No debemos derrotarnos a
nosotros mismos permitiendo que el pesimismo caiga sobre nuestros espíritus y
lacere la voluntad de continuar en el esfuerzo por el cambio.
Desde luego que la
responsabilidad principal para alentar el optimismo corresponde a los políticos
y activistas del movimiento popular que somos oposición, y debemos actuar de
manera que ese deseo tenga realismo y no se quede
en un recurso literario. Nos corresponde hacer una
oposición útil, efectiva, no de opinión; que se proponga arrancarle al gobierno
reivindicaciones sentidas por las mayorías populares.
Para solo señalar algunos,
el 2015 hereda cualquier cantidad de asuntos problemáticos para la nación y el
pueblo: 600 concesiones del territorio nacional entre estas Loma Miranda, para
la exploración y explotación de recursos naturales y mineros por parte de
empresas privadas, con la agravante terrible de que en estos territorios se
encuentran y podrían ser dañadas las principales cuencas acuíferas que
proporcionan agua a gran parte del país.
Además, hay en curso un proyecto de privatización del agua, auspiciado
por cúpulas del empresariado y parte también del oficialismo, aunque es justo
decir que hay funcionarios públicos que lo rechazan. Igual, queda en relieve la perspectiva de si la corrupción y la
impunidad serán condenadas, y lo propio sobre
los feminicidios, que hasta estos días últimos han seguido generando
luto y estupor en la sociedad.
Recibe también el aumento de
impuestos tremendos como el ITBIS que aumenta del 11 al 13% reduciendo más la capacidad de compra del
exiguo salario de los que tienen suerte de tenerlo. Antes de este aumento
impositivo el salario mínimo mayor del país que es de poco más de 11 mil pesos,
apenas alcanzaba para cubrir el 40% de la canasta familiar calculada por el
Banco Central, y ahora apenas alcanzará para un 30%.
Consideremos también que en
los días últimos del año que cierra el Dr. Leonel Fernández reafirmó su juicio
de que el PLD ganará las elecciones del 2016 y
que en este 2015 ese partido
saldrá unido a las calles con una candidatura, coronando la seguridad de sus
afirmaciones con un llamado a sus principales aliados a proponerse
entregar el país
en el 2044 en la ruta hacia una fase superior de
progreso.
Ese discurso procura
elevar la subjetividad de los suyos para la competencia electoral y a la
vez reducir la de los opositores.
Hechos y dichos suficientes han
habido desde el oficialismo para
desafiar en el año que inicia la
responsabilidad de los sectores que se asumen oposición. Nos corresponde
superar la dispersión de las fuerzas opositoras que es la que da aliento al
continuismo, y por eso la trabaja de múltiples y hasta de imperceptibles
maneras.
Este 2015 es año vital para
estructurar una fuerza que pueda derrotar al continuismo, ser gobierno y
cambiar el país en un sentido positivo.
Este es el año para hacerlo.
Mejor si es en sus inicios. En ese esfuerzo todos los sectores de la oposición somos
necesarios, y, como el que más tiene da más, el PRM está en
la enorme responsabilidad de decidir
bien sus asuntos internos; atreverse a la oposición de calles y plazas
públicas, y a mostrar en la práctica una resuelta disposición al compromiso programático para un !fuera y cambio!
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