lunes, 8 de junio de 2015

Lo que es Revolucionario


Manuel Salazar

(A mi querido amigo y compañero de lucha Evangelista Ramírez, revolucionario cabal y gran ser humano).

(YO) milito sin haber tomado vacaciones, durante 45 años y siempre en el centro, nunca en la orilla ni atrás,  en la idea de que la revolución es una necesidad y hay que construirla todos los días.

Por  eso  he renunciado al ejercicio de mis profesiones académicas para entregarme a tiempo completo al PCT, partido en el que milito.

Desde esta concepción y militancia valoro lo que es revolucionario en cada momento.

Lo revolucionario no es un punto fijo, sino que tiene que ver con las circunstancias de cada momento, y muy especialmente con la correlación de fuerzas entre revolución y reacción.

Lo revolucionario puede ser el llamado a la insurrección popular, cuando están dadas las condiciones, como hizo Lenin en octubre de 1917.

Lo revolucionario  puede  ser  lo que hicieron Marx y Engels en un momento, escribir el Manifiesto Comunista. Porque de este dependía la construcción de las vanguardias comunistas para la organización de la clase obrera en una perspectiva socialista y revolucionaria.

Lo revolucionario puede ser lo que orientó Fidel Castro estando en la cárcel, reproducir en millares su discurso La historia me absolverá, porque era lo que podía elevar la subjetividad revolucionaria en ese momento después del frustrado ataque al Cuartel Moncada.

Lo revolucionario puede ser una retirada táctica, como hizo Mao Tse tung, en un momento de la revolución China, porque era lo que permitía preservar las fuerzas militares de la revolución, porque estaban siendo aniquiladas.

Lo revolucionario puede ser hacer concesiones a las clases  derrotadas  por la revolución, como hizo Lenin con la Nueva Política Económica, NEP, después del triunfo de la revolución de Octubre de 1917, porque ese paso permitía evitar que sectores internos de la reacción se unieran al imperialismo alemán que entonces asediaba desde el exterior a la revolución, y esta no podía pelear de manera simultánea contra el enemigo  interno y el externo.

Lo revolucionario puede ser tenderle una alfombra, o abrirle una puerta al enemigo militar para que se retire, y de esa manera poner fin a la guerra y la revolución concentrarse en la reconstrucción del país.  Como hizo Ho  Chi Minh con el imperialismo norteamericano, que estaba derrotado pero su orgullo no le permitía rendirse, y Ho Chi Minh, fiel a la enseñanza de la sabiduría oriental de “al enemigo que huye, puente de plata”, le creó condiciones para que se fuera, y así la revolución concentrar sus fuerzas no en la guerra, sino en la reconstrucción de Vietnam.

Lo revolucionario puede ser pactar la paz para poner fin a una guerra en la que no se podrá derrotar al enemigo ni este derrotará a la revolución, porque hay un equilibrio de fuerzas militares, que requiere pasar a la acción política abierta, porque, insisto, ni la revolución podrá triunfar en ese momento histórico mediante las armas, ni la derecha podrá derrotarla. Sin la paz la guerra sería sin fin y terminaría agotando el país. Es lo que hicieron los gloriosos guerrilleros del FMLN en El Salvador, y hoy dirigen ese país por la vía de las elecciones.

Lo revolucionario puede ser en un momento lo que hizo Francisco Del Rosario Sánchez durante la Primera República, que hizo correr la voz de que había muerto, y esconderse para preservarse vivo; porque los enemigos lo buscaban para fusilarlo, y si caía en ese momento, sería un gran revés para el proceso.

Si se revisa la historia de la revolución mundial, encontraremos miles de ejemplos, de que lo revolucionario en un momento determinado puede variar.

Lo que no varía es el propósito revolucionario, cual es la toma del poder político por vía revolucionaria. Eso no puede variar. Lo que puede variar es el cómo en un momento se avanza hacia ese propósito.

Para avanzar a la revolución dominicana, en este momento es necesario abrir mayores y mejores cauces al trabajo revolucionario, y ese es posible derrotando el Continuismo del PLD como plantea el Frente Amplio con la política de Convergencia.  Insisto en este momento, porque a partir del 20 de mayo del 2016, la táctica tendría que asumir otra forma.

Y a lo mejor, mañana mismo se generen unos acontecimientos que aconsejen un cambio de táctica y las tareas sean otras.

Esto es dialéctica de la revolución.

Apreciado Evangelista, sigo afirmando que la izquierda dominicano dejó de estudiar Marxismo leninismo e historia desde 1978, y hoy hace política fundamentada en emociones, de oído, en criterios pretendidamente de principios generales, pero sin aterrizar en las cuestiones tácticas que es por donde caminan en concreto todos los procesos.

La responsable es la dirigencia, que no se preocupa por esto, y mantiene a cualquier cantidad de jóvenes militantes desenfocada del curso y la teoría de la revolución.   Algunos de esos dirigentes se las pasan alentando  una  guerra revolucionaria que no pasa de letreros en las paredes de las ciudades y de arengas grandilocuentes en cualquier reunión, huelga o marcha reivindicativa.  Pero sin dejar la tranquilidad de la vida hogareña.  Y así, han frustrado a mucha gente.
 

 

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario